El anuncio del alto el fuego llega después de meses de destrucción, hambre y miedo.
Aunque las armas se hayan detenido, la población sigue atrapada en una crisis humanitaria sin precedentes:
Más del 80 % de la población ha sido desplazada.
El suministro de agua y electricidad está prácticamente colapsado.
El sistema sanitario está al borde del colapso, sin medicinas ni combustible para mantener en marcha hospitales.
Miles de niños y niñas han perdido a sus familias, su escuela y su hogar.
La ONU y las organizaciones humanitarias advierten de que, sin una entrada masiva de ayuda, miles de personas seguirán muriendo de hambre y enfermedades evitables.
Este acuerdo representa una oportunidad para salvar vidas.
Por primera vez en meses, los camiones humanitarios podrán acceder a zonas que antes eran totalmente inaccesibles.
Sin embargo, el margen de actuación es limitado:
Los pasos fronterizos siguen abiertos solo parcialmente.
El flujo de camiones con alimentos y medicinas es insuficiente para la magnitud de la emergencia.
Muchas familias sobreviven con una sola comida al día.
Las niñas y niños de Gaza necesitan mucho más que un alto el fuego.
Necesitan ayuda inmediata para sobrevivir y un compromiso internacional duradero que les permita volver a soñar con un futuro.
Ante esta nueva fase, estamos preparados para ampliar la ayuda dentro de Gaza.
Nuestros compañeros están listos para actuar en tres frentes principales:
Protección infantil: creación de espacios seguros y apoyo psicológico para niños y niñas afectados por la violencia.
Educación en emergencias: recuperación del aprendizaje en entornos seguros y provisión de materiales escolares.
Ayuda esencial: distribución de alimentos, agua potable, kits de refugio y productos de higiene para las familias desplazadas.
Las necesidades de los niños y niñas de Gaza son enormes, y solo con un acceso humanitario sin restricciones podremos dar respuesta.
El alto el fuego puede detener las bombas, pero no alimenta, no cura y no reconstruye.
Con tu apoyo, podemos llevar comida, agua y medicinas a miles de familias que lo han perdido todo.
Tu colaboración permite que:
Niños y niñas reciban atención médica y apoyo psicosocial.
Familias desplazadas tengan alimentos y agua potable.
Las escuelas vuelvan a abrir para que la infancia recupere su rutina y esperanza.
Cada donación salva vidas.
Este es el momento de que la esperanza se convierta en ayuda real.