Más de 2,1 millones de personas, casi toda la población, se encuentra en riesgo. El 90% de las familias ha sido desplazada de sus hogares y no queda un solo hospital a pleno funcionamiento.
El hambre golpea con más fuerza a los más pequeños. Hoy, una de cada tres personas lleva días sin comer, y la ONU confirma que la hambruna ya es una realidad. Ocho de cada diez personas que han muerto de hambre son niños y niñas.
Las cifras son devastadoras:
Más de 61.000 personas han muerto, entre ellas casi 18.500 niños y niñas.
Más de 150.000 personas están heridas, sin acceso a atención médica adecuada.
Casi 12.000 niños menores de cinco años sufren desnutrición aguda.
El 92% de los hogares está destruido o dañado.
Detrás de cada número hay una vida que necesita ayuda urgente. Los niños y niñas de Gaza no pueden esperar más: necesitan comida, agua, medicinas y protección hoy.
Por fin, la frontera de entrada a Gaza está abierta. Pero no sabemos por cuánto tiempo.
Cada día se necesitan más de 5.000 toneladas de alimentos para evitar una hambruna masiva. Cada camión lleva unas 25 toneladas. Necesitamos mover centenares de camiones al día para cubrir lo básico: comida, agua, medicinas y refugio.
Nuestros equipos están preparados en la frontera con Egipto y Jordania. Pero sin recursos, no hay camiones. Y sin camiones, no hay ayuda.
Sin camiones, no hay ayuda.
Desde el inicio de la crisis, nuestros equipos en Egipto y Jordania trabajan sin descanso junto a socios locales para hacer llegar ayuda vital a Gaza.
Solo en las últimas semanas hemos conseguido:
Entregar 10 camiones de alimentos esenciales, suficientes para alimentar a 45.000 personas durante tres días.
Tener 14 camiones más esperando entrar en Rafah y otros 10 listos en Jordania.
Proporcionar agua potable a más de 18.200 personas.
Apoyar a 35 trabajadores sanitarios comunitarios que han dado asistencia médica vital a 1.500 personas.
Ofrecer actividades de salud mental y apoyo psicosocial a 170 niñas.
Preparar la apertura de seis espacios de aprendizaje temporales para que los niños puedan seguir estudiando en condiciones seguras.
Gracias a este esfuerzo, en apenas dos semanas hemos llegado a más de 112.500 personas con alimentos, agua, salud, higiene y protección.
En Gaza, cada hora cuenta. Mientras los líderes discuten, los niños y niñas siguen muriendo de hambre, sin agua potable y sin acceso a medicinas.
Desde Plan International ya estamos entregando comida, agua, kits de higiene, apoyo psicosocial y construyendo espacios seguros para que los niños y niñas puedan seguir aprendiendo. Pero la ayuda que entra es insuficiente frente a la magnitud de la emergencia.
Con tu donación podemos:
Hacer llegar más camiones de comida y agua.
Proporcionar kits de higiene y dignidad a las familias.
Apoyar a trabajadores sanitarios locales que salvan vidas cada día.
Abrir espacios seguros donde los niños y niñas reciban apoyo y continúen su educación.
Tu aportación puede ser la diferencia entre la desesperación y la esperanza.
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