En cualquier conflicto, la infancia paga el precio más alto: los niños y niñas siempre son inocentes y quienes menos han contribuido a ellas. Las crisis afectan a sus principales derechos: a la vida, a la salud, a la protección, a la educación, al juego y a ser escuchados.
Los primeros años de la vida determinan el futuro de cualquier persona, influyendo en nuestra salud, crecimiento y capacidad de aprendizaje para el resto de nuestras vidas. Sin embargo, 1 de cada 6 niños y niñas en todo el mundo, que viven en zonas de conflicto o huyen de ellas, no tienen la misma suerte y se ven obligados a enfrentarse a situaciones de las que no deberían ser testigos.
Nuestro trabajo se centra en mejorar la salud, nutrición, juego, aprendizaje temprano y protección de los niños y niñas, contribuyendo a que disfruten de una de las etapas más importantes de sus vidas, que será clave para su futuro.
“Mi familia y yo tuvimos que huir de nuestro hogar para escapar de la violencia y la inseguridad. Cuando comenzaron los ataques, tuve que dejar la escuela y quedarme en casa”, cuenta Zalissa, una niña de 14 años de Burkina Faso que ahora estudia en una de las 38 escuelas reformadas o construidas por Plan International para atender a los niños, niñas y adolescentes desplazados por los conflictos de la región.
Quiero Colaborar
Desde Centroamérica hasta Bangladesh, Burkina Faso, Nigeria y Ucrania, trabajamos incansablemente para ofrecer a los niños y niñas atrapados en conflictos y crisis el acceso a sus derechos más básicos, permitiéndoles recuperar su infancia. Desarrollamos proyectos que aseguran una educación segura y de calidad, construyendo escuelas, formando al profesorado y proporcionando apoyo psicosocial para superar traumas. También contribuimos a mejorar las condiciones de higiene con infraestructuras de agua y saneamiento, colaborando estrechamente con comunidades locales para lograr impactos sostenibles.
¡Actúa ya para que cada niño o niña tenga derechos básicos en situaciones de conflicto! Son inocentes.