El terremoto en Haití agrava la situación de un país que ya estaba al borde del colapso debido a los efectos del cambio climático, la inestabilidad política, la escasez de alimentos y la violencia.
Se estima que 5,2 millones de personas necesitan asistencia humanitaria, incluidos 2,9 millones de niñas y niños.
La situación alimentaria es especialmente alarmante, con 4,9 millones de personas sufriendo de hambre aguda. Esto significa que más de la mitad de la población haitiana vive en una constante inseguridad alimentaria. Además, más de un tercio de la población carece de acceso a agua potable, lo que agrava aún más la situación.
El brote de cólera, que resurgió en octubre de 2022 pone en riesgo la vida de 1,2 millones de niños y niñas.
Los ataques contra las escuelas, donde se han registrado tiroteos, saqueos y secuestros, han aumentado drásticamente en el último año. Además, el daño causado por los terremotos ha provocado que más de 4,2 millones de niños y niñas hayan dejado de ir a la escuela desde octubre de 2022.
Las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes en Haití enfrentan un mayor riesgo de abuso y explotación debido a la situación que atraviesa el país. El matrimonio infantil, los embarazos tempranos y la violencia son desafíos a los que se enfrentan cada día. Además, la interrupción de su educación limita sus oportunidades de futuro.
Desde julio del 2022 hasta la fecha,
Plan International ha actuado
de la siguiente manera: